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Agro-negocios

El Chaco empieza perder atractivos para inversionistas extranjeros en ganadería

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Bajos precios en la industria, falta de infraestructura y escasa previsibilidad en la cadena de la carne son algunas de las causales.

Asunción.- (Colaboración de Chaco 4.0 )— Miguel González, natural del departamento de Florida, Uruguay, vino al Paraguay alentado por factores objetivos que hacían atractivo invertir en el país, especialmente en el Chaco. En 2006, el bajo precio de la tierra y los costos manejables aconsejaban instalarse en la región. González puso en números gruesos aquella decisión:

-En esos días, con la venta de una hectárea en Uruguay compraba 10 en el Chaco.

Gonzalez estima que fueron 12 años positivos hasta que un conjunto de factores está haciendo cada vez menos atractivo producir en el Chaco. Y enumera esos factores. 

Miguel González

Pero antes, le pedimos que nos pinte el panorama en el Uruguay, de donde había salido rumbo al Paraguay ante los altísmos costos operativos en su país.

El ejemplo uruguayo

Uruguay gozaba hasta 2001 del estatus de país libre de aftosa sin vacunación, factor clave para ganar mercados Premium. Pero no el único. 

La totalidad del ganado vacuno en el Uruguay está bajo el sistema de trazabilidad y cada productor, además, debe dar cuenta anual de su stock bajo declaración jurada. Este doble mecanismo de control asegura una auditoría completa en cuanto a sanidad, calidad y clasificación de la carne con destino al mercado interno y la exportación. 

En 1984, Uruguay crea por ley el Instituto Nacional de la Carne (INAC) que abarca dos facetas de una misma actividad: abasto y exportación. La función de esta entidad es clave para dar estabilidad a toda la cadena de la carne, sobre todo a partir de 2001 cuando se abaten sobre Uruguay dos calamidades: la crisis del “corralito” que licuó activos financieros, y la fiebre aftosa.

El país perdió su estatus sanitario pero gracias al ordenado manejo de su hato de unos 12 millones de cabezas (3,5 por habitante), logra recuperar mercados Premium como Estados Unidos y la Unión Europea y más recientemente, incorporar China, uno de sus principales clientes. 

Pequeño en extensión, Uruguay es grande en su ganadería que le permite obtener los mejores precios del Mercosur. Mientras que por la carne del Paraguay y Brasil se paga US$ 4.300 la tonelada y por la de Argentina US$ 5.100, los cortes uruguayos alcanzan los US$ 5.600.

¿Qué pasa en el Chaco?

González está convencido de que el Paraguay tiene potencial para doblar su producción ganadera con las tierras actualmente disponibles para ello. Una de las batallas más importante, considera, es la del rendimiento.

“Nuestra tasa de procreo es de apenas el 46% mientras en Uruguay llega al 75%” señala.

Pero es muy difícil lograr buenos resultados en el Chaco si los costos se acumulan por falta de infraestructura. 

E ilustra:

“Cuando vine en 2006 era posible llegar a Infante Rivarola. Hoy nos quedamos varados en Pozo Colorado. Transportar provista e insumos o sacar ganado puede llevar semanas o meses. Así no se puede”.

Otro factor negativo que señala el ganadero es, dice, “la falta de un horizonte común en la cadena de la carne”. 

“Somos individualistas y así es difícil lograr metas comunes”.

González cree, a la luz de los resultados obtenidos por Uruguay, que es imprescindible la existencia del Instituto Nacional de la Carne entidad que, está seguro, no sale porque los frigoríficos se oponen. 

Y luego, la trazabilidad. Con apenas un 10% de los establecimientos bajo ese régimen, es muy difícil lograr penetrar en mercados importantes.

“Hemos escuchado muchos anuncios de que ‘próximamente vamos a entrar al mercado de EE.UU.’. Allí no se entra así nomás. ¿Qué cuota le dio EE.UU. a Argentina para colocar por año? Veinte mil toneladas, nada. Y eso es porque las autoridades norteamericanas saben qué parte del rebaño argentino está trazado”.

Necesitamos ser serios

González está convencido de que el Paraguay tiene una excelente oportunidad en el negocio de la carne vacuna. Pero antes deben eliminarse factores que distorsionan la cadena, por ejemplo, los frigoríficos que su mayoría están en manos de capitales brasileños como JBS y Minerva, dos gigantes de clase mundial. 

“Si no fuera por los frigoríficos menonitas, el monopolio se acentuaría” señaló. 

Pero el ganadero cree que este movimiento a la baja del ganado para faena industrial va mucho más allá de la crisis mundial desatada por el coronavirus. Es un comportamiento típico. 

“En 2.018 llegaron a pagar el novillo hasta US$ 3,20 porque habían captado mucho mercado y tenían que cumplir. Fue el año de la triangulación” recuerda González. Ayer, operaron al alza. Hoy, a la baja.

El productor finaliza su charla con Chaco 4.0 con esta reflexión:

“Tenemos que darle seriedad y previsibilidad a todo el complejo de la carne. Si no actuamos en conjunto y con una meta común, la oportunidad que tiene el Paraguay de avanzar en la ganadería de consumo y exportación va a perderse. Actualmente, el endeudamiento del sector supera los US$ 1.600 millones. ¿Hasta donde deberemos llegar para actuar? Y en ese actuar tenemos que estar todos, productores, industriales y Gobierno”.rcc.com.py/

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