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Paraguay reconoce el «profesionalismo y talento» de sus cineastas

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Asunción, IP.- La Secretaría Nacional de Cultura (SNC) de Paraguay reconoció este jueves el «profesionalismo y talento» de los cineastas y productores locales que estrenaron sus películas en 2018, como la premiada «Las Herederas» o «Leal», o que lo harán este 2019, con títulos como «El Supremo Manuscrito» o «Pecado Original».

La directora de Audiovisual de la SNC, Guillermina Villalba, destacó que la producción nacional está «comprometida con la historia» de Paraguay, con relatos que hablan de sus guerras, que reflejan sus conflictos y realidades sociales o que muestran sus tradiciones.

A pesar del homenaje, el audiovisual paraguayo sigue enfrentando las carencias de un sector que espera la creación de un Instituto de Cine y de un Fondo para sufragar los gastos que conlleva sacar adelante un largometraje.

En este sentido, el titular de la SNC, Rubén Capdevila, reconoció que existe «una deuda como Estado» para contribuir con los cineastas y los productores, y aseguró que se está trabajando para que ese Fondo pueda ser una realidad el próximo año.

«Ningún fondo es suficiente para el esfuerzo que han hecho para sacar adelante sus producciones», expresó Capdevila durante el acto.

La SNC galardonó a la multipremiada «Las Herederas», de Marcelo Martenissi, con su historia de amor de dos mujeres adultas en el conservador país latinoamericano, que conquistó la Berlinale, entre otros festivales internacionales, en 2018.

«Las Herederas», al igual que otra de las reconocidas este jueves, «Leal», que muestra la lucha contra el narcotráfico en el país, consiguieron entrar en el catálogo de la plataforma Netflix.

El productor ejecutivo Diego Cheblis (i) y el director Rafael Gunsett (d). / EFE
Entre los estrenos de 2018, la Secretaría de Cultura también eligió a «La Redención», ambientada en la Guerra del Chaco, que enfrentó a Paraguay y Bolivia entre 1932 y 1935, el drama «Hospital de pobres» y el cortometraje «Kirirí».

«Hospital de pobres», de Rafael Gunsett, estará a principios de octubre en el Festival Internacional de Cine de Marbella, una cita que su director espera que sea la primera de muchas fuera del país, como comentó a Efe.

«Para nosotros es un honor poder representar a Paraguay por primera vez en ese Festival, entre producciones europeas, y mostrar al público europeo lo que hacemos aquí», señaló Gunsett, acompañado por su productor ejecutivo, Diego Cheblis.

Su «drama con tintes de misterio» cuenta la historia de un joven médica residente que comienza su carrera «en un hospital bastante carenciado» en el que «ocurren cosas misteriosas» que el doctor tratará de averiguar «con serio riesgo para su vida y para la gente que le acompaña».

Gunsette y Cheblis insistieron en que el sector audiovisual paraguayo cuenta con «un grupo de gente muy esforzada y decidida» a seguir mostrando en exterior la producción nacional.

«Creo que ya hemos hecho un buen camino y las producciones que se han hecho están en condiciones de trabajar codo a codo con productoras internacionales», recalcó el director.

Entre las películas de 2019, la SNC reconoció «Oscuridad», nueve historias de terror producidas por Carlos Tarabal, y «Morgue», del mismo género y dirigida por Hugo Cardozo.

A esas se sumaron «Cadete Amarilla, mi hijo», un documental de Patty Aguayo Royg estrenado este mes y que indaga en el asesinato de un joven en el Liceo Militar de Encarnación en 1988 y que fue presentado a la familia como un suicidio.

Asimismo, el homenaje de 2019 también fue para la comedia «Orsai», de Emiliano Gómez, y «Pecado Original», escrita por Maia Nikiphoroff.

Aunque se estrenará en octubre, la Secretaría también tuvo presente «El Supremo Manuscrito», que «gira en torno a la desaparición del manuscrito original de ‘Yo, el Supremo’, de Augusto Roa Bastos», como relató a Efe su productor, Nicolás Merens.

Este largometraje es una producción de Paraguay con México y Argentina, financiado a través del programa Ibermedia, filmada en el departamento de Itapúa, en el sur del país, y en París.

«Hay escenas que están rodadas en Francia, en París. En París por la relaciones diplomáticas que mantiene Paraguay con Francia. Hay que saber también que Augusto Roa Bastos vivió en Francia mucho tiempo, pero en Toulouse (sur de Francia). Filmamos en París también para abrir las puertas al mundo», apuntó Merens. EFE

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